Negociación internacional: Negociación con Latinoamérica
Desde 1992, he tenido contacto frecuente con diferentes culturas europeas. Para los alemanes, la gente en América Latina entra en el mismo cajón, ya no sólo culturalmente, también racial y, en consecuencia, el estilo de negociar. Como en cualquier lado, cuando trata uno con alemanes que han viajado a America Latina y son expertos en la región, la cosa cambia; pero, al momento de negociar con un empresario, no podemos esperar ese conocimiento. Con excepción de los españoles, la misma situación se extiende por todo el continente. El conocimiento acerca de América Latina va de escaso a nulo.
Desde el punto de vista laboral, bien para mi, ya que buena parte de mis ingresos los ganos como consultor para negociar con México o los diferentes países de América Latina; pero la realidad es que muchas empresas se topan con muchos malentendidos culturales, que deterioran o rompen negociacipones que pudieron haber sido muy lucrativas.
Este artículo puede ser útil a todo aquel que busque negociar con América Latina. No es extenso, porque hablaríamos más de un ensayo que de un artículo, pero sirve para darnos pautas para negociar con los diferentes países de América Latina.
Desde el punto de vista demográfico, podríamos agrupar a los
países de Latinoamérica en tres grupos perfectamente definidos:
- Aquellos
países o regiones donde el contenido de población indígena es importante y
las corrientes migratorias europeas no han sido considerables (Guatemala,
Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay y el norte de Brasil).
- Países
donde ha existido una coexistencia entre importantes corrientes
migratorias europeas y pueblos nativos (México, Honduras, Cuba, Nicaragua,
Venezuela, Colombia y Brasil oriental)
- Países
donde la población indígena fue prácticamente eliminada y la influencia de
las corrientes migratorias europeas es definitiva (Argentina, Uruguay,
Chile y sur de Brasil).
No existe una diferencia fundamental en el estilo de
negociación entre mexicanos y los demás latinoamericanos; las diferencias son
exclusivamente de grado y no de fondo. Algunas de estas diferencias son las
siguientes:
Ø Regateo:
En toda Latinoamérica la práctica del regateo es el deporte favorito; sin
embargo, en Chile y Argentina, por su estricto sistema de educación y su
tradición europea, no se acostumbra a negociar con base en el regateo. Las
posturas son firmes y se trata de obtener ventajas de tipo indirecto.
Ø Confianza:
En todos los países es fundamental desarrollar un ambiente de confianza y a los
negociadores latinoamericanos les gusta negociar sólo con “amigos”. Sin
embargo, en México, Colombia, Ecuador y Perú la gente es mucho más desconfiada
que en Chile, Argentina o Brasil y estará siempre buscando la trampa ante una
propuesta demasiado buena.
Ø Forma
de decidir: En México, Centroamérica, Venezuela y Colombia es mucho más
fácil detectar quién tomará la decisión final en una negociación, debido al
carácter autocrático de las organizaciones. En los países del Cono Sur, saber
quién está a cargo es un poco más difícil.
Ø Presión
negociadora: Es muy importante crear un ambiente agradable y relajado en el
cual celebrar las negociaciones. A ningún latinoamericano le gusta estar
presionado, ya sea por el tiempo o por las personas. Por exceso de presión se
niegan a abordar directamente temas por negociar. Prefieren haber tenido antes
oportunidad de conocer un poco a su interlocutor.
En México, cuando se negocia con norteamericanos, es común
aceptar este tipo de presiones por considerar que así es el estilo de
negociación; sin embargo, cuando negocian con latinoamericanos, los mexicanos
tienden a ser los que presionan, lo cual no es bien apreciado por las
contrapartes, particularmente brasileños, chilenos o argentinos.
•
Honestidad: Tanto a mexicanos,
centroamericanos, colombianos y venezolanos les gusta sentir que son más listos
que la otra parte y tratan de sacar ventaja, aun cuando esto ponga en riesgo el
éxito de la negociación. A este respecto, los chilenos y argentinos son mucho
más limpios en sus tratos y por tanto más confiables.
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