Las grandes mentiras del obradorato: AMLO es honesto

 


 

“Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”

Joseph Goebbels

 

Es frecuente oír entre simpatizantes, e incluso en programas de radio o televisión algo como: “Si algo hay que reconocer es que es honesto. A AMLO le han buscado por todos lados y no le han encontrado nada”.

 

Esta frase de Goebbels citada al principio de este artículo ha probado ser cierta. Tanto se ha repetido esta frase que hasta aquellos que no son propagandistas de la llamada 4T llegan a aceptar como cierta.

 

Pero, nada tan lejos de la realidad, y me gustaría enumerar algunos hechos:

 

1.       Los operadores. Cuando cualquier político llega a ciertos niveles, es muy difícil que se llegue a probar algo. Se requiere, como en el caso de Javier Duarte, una voracidad (y estupidez) fuera de lo común. Se habla de la corrupción de Salinas; pero no hay pruebas, de él o de ningún presidente. ¿Por qué? Porque tienen operadores.

Y en este punto, a López Obrador lo han agarrado con las manos en la masa más de una vez. El primer caso fue el de René Bejarano, mano derecha de López Obrador cuando era jefe de gobierno, que fue captado en video recibiendo dinero en maletas de dinero en 2004. Ese escándalo también se llevó entre las patas a Carlos Imaz, ex esposo de Claudia Sheinbaum, convicto por delitos electorales. Tanto Imaz como Bejarano, eran muy cercanos a AMLO.

Uno de los últimos casos de operadores de AMLO fue el de Alejandro Esquer, que fue captado en una operación que se conoce como “carrusel de dinero”. Curioso como Esquer sustituyó a Bejarano, primero, como secretario de la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal, cuando AMLO era Jefe de Gobierno y ahora, como secretario particular del presidente de la república no tuvo la menor repercusión por sus actos. Yo creería que un presidente honesto le pediría la renuncia; pero no sucedió. En estos casos en particular, no hay manera que López Obrador no estuviera enterado. Y ese dinero, fuera a donde fuera, es corrupción, mire como se le mire.

2.       Familiares. Es un hecho más que probado que los hijos de López Obrador operan una red millonaria de tráfico de influencias. Un gobierno normal hubiera iniciado una investigación; pero eso no sucederá. Y está el caso de sus hermanos, recibiendo dinero ilegal para la campaña, la prima Felipa y sus contratos con Pemex… y eso sólo lo que se ha descubierto. Siempre se habla de los políticos y sus prestanombres… ¿No será este el caso?

3.       Colaboradores. Se han destapado los mayores casos de corrupción, como Segalmex o el IMSS sin que se haya iniciado investigación, o separado de sus cargos a los responsables. UN gobierno medianamente normal hubiera hecho algo al respecto.

4.       Opacidad. Ya desde que era Jefe de Gobierno, López Obrador se destacó por la opacidad. El más claro ejemplo fue el segundo piso del periférico, donde se puso en un fideicomiso para cerrar los datos de costo de la construcción. Actualmente, se sigue el patrón, cerrando expedientes a diestra y siniestra. Una persona que no tiene nada que esconder no sería tan opaca.

5.       Resbalones. Como jefe de gobierno, alguna vez se le cuestionó a López Obrador sobre un reloj Cartier que portaba, fiel a su costumbre, mintió, diciendo que fue un regalo y que el reloj costaba 10 mil pesos, cosa que Cartier desmintió días después diciendo que su reloj más barato era de 40 mil pesos, y no era el modelo que portaba López Obrador. SI todo era legal ¿por qué mentir?

 

Este no pretende ser un artículo extenso de investigación acerca de la honestidad de López Obrador. Harían falta muchas más páginas; pero me parece que es importante señalar algunos ejemplos para dejar claro, de una vez por todas, que López Obrador no es honesto, que le han buscado hasta por debajo de las piedras y le han encontrado muchas cosas, y lo que siga saliendo, ya sea por prestanombres, familiares o amigos, quien se hace omiso no puede ser llamado honesto.

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