El control de las emociones para el avance laboral
El ambiente de trabajo no siempre es el ideal. Muchas veces es estresante, conflictivo, competitivo y agresivo. El avance laboral se da para aquellos que pueden soportar todo esto. Los que se quiebran se quedan en el camino.
Durante mucho tiempo se pensaba que las habilidades intelectuales eran la base del éxito; pero en los últimos años se ha producido un cambio creciente en la percepción de las competencias que componen un empleado altamente cualificado. Lo que antes se medía sólo por la capacidad intelectual, la fuerza de trabajo y la habilidad técnica, hoy incluye otras competencias relacionadas con el aspecto emocional
El camino al éxito está plagado de momentos en que el control emocional es lo que separa a quienes lo van a logra y a los que no.
El control emocional es una de las actitudes vitales en el mundo laboral. Cabe recordar que hay que saber reír y llorar cuando conviene hacerlo. Sepa controlar sus emociones y no que sus emociones lo controlen a usted.
Mientras más vaya avanzando en la escala laboral, será más visible a los demás… llegará un momento en que siempre estará en el escenario, lo quiera o no lo quiera, lo sepa o no lo sepa. Tendrá que actuar su papel en todo momento.
Nuestro estado mental es definbitivo: La eficacia personal y profesional en gran medida
tiene que ver en el modo en que usted piensa, pero también la manera en que
siente. A veces le da la impresión de estar predestinado a tener un “mal día”.
Las sensaciones, las actitudes y las creencias continúan en el interior de uno,
más allá del alcance del pensamiento y control conscientes, y no se incluyen en
los libros de texto. No obstante, a menudo explican las inmensas variaciones en
el logro humano. Esos momentos en que la parte no aprovechada de su cerebro
aporta la solución --un destello de inspiración, una respuesta surgida de la
nada-- son demasiado raros. A diferencia de la última cuenta de explotación o
de un análisis de fortalezas y deficiencias, se niegan a ser invocados cuando
los deseamos.
La inteligencia emocional es crítica para mejorar la comunicación interpersonal y fomentar un entporno labotral más saludable. Se dice que para que una persona pueda llamarse “emocionalmente inteligente”, tiene que tener las siguientes cualidades:
- Conocer las Propias Emociones. La conciencia de uno mismo –el reconocer un sentimiento mientras ocurre- es la clave de la inteligencia emocional. La capacidad de controlar sentimientos de un momento a otro es fundamental para la penetración psicológica y la comprensión de uno mismo. La incapacidad de advertir nuestros auténticos sentimientos nos deja a merced de los mismos. Las personas que tienen una mayor certidumbre respecto a sus sentimientos son mejores guías de su vida y tienen una noción más segura de lo que sienten realmente respecto a las decisiones personales, desde con quién casarse hasta que trabajo aceptar.
- Manejar las Emociones. Manejar los sentimientos para que sean adecuados es una capacidad que se basa en la conciencia de uno mismo. Las personas que carecen de esa capacidad luchan constantemente contra sentimientos de aflicción, mientras aquellas que la tienen desarrollada se recuperan mucho más rápido de los reveses y trastornos de la vida.
- La Propia Motivación. Ordenar las emociones al servicio de un objetivo es esencial para prestar atención, para la auto motivación y el dominio, y para la creatividad. El autodominio emocional es la base de todos los logros. Las personas que tienen esa capacidad suelen ser mucho más productivas y eficaces en cualquier tarea que emprendan.
- Reconocer Emociones en los Demás. La empatía es la “habilidad” humana de
identificar mental y afectivamente el estado de ánimo de otro. Las
personas que tienen empatía están más adaptadas a las sutiles señales
sociales que indican lo que otros necesitan o quieren. Esto los hace
mejores en las profesiones tales como la enseñanza, las ventas y la
administración.
- Manejar
las Relaciones. El arte de las relaciones es, en gran medida,
la habilidad de manejar las emociones de los demás. Estas son habilidades
que rodean la popularidad, el liderazgo y la eficacia personal. Son
“estrellas sociales”.
Este tema es uno de esos en donde lo que se escribe y dice es mucho más fácil que hacerlo; pero para todos aquellos que se deciden a mejorar en este punto, es un camino que implica mucha autpoconsciencia y esfuerzo; pero, al final, vale la pena.
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